Y se centra en el acto denominado “Versos del parabien”, el cual consiste en colocar a los novios frente a un arco elaborado de pasle o palma, el día de la boda, mientras que una persona mayor se encarga de dar los parabienes, que son encomiendas, consejos y buenos deseos para el matrimonio.

Agregó que, en esta celebración, se identificaron dos personajes principales: el ceremoniero, quien realiza los versos para el bienestar de la novia y el novio y el recolector de la “flor del fandango”, la cual utilizan para el arco.

Al respecto, dijo que estos actores son gestores culturales innatos, que sin preparación desempeñan una labor importante, para mantener la armonía de las tradiciones.

Dio a conocer que hasta ahora todas las ceremonias, la música y las formas de organización de esta comunidad, son parte de una historia que sólo se transmite localmente de forma verbal.

Y a partir de esto surge el interés de rescatar y preservar el patrimonio intangible, porque se están perdiendo elementos valiosos de este municipio, como por ejemplo el zapoteco que se hablaba, nadie lo escribió y no hay registro.

“Me motiva seguir aportando a mi comunidad, como estudiante de Gestión Cultural, considero que hay mucho por hacer en términos de valoración, difusión y conservación de la cultura y de las tradiciones, pues es parte de lo que nos da vida”, concluyó.

Cabe mencionar que Rosalba continúa con una etapa más de este proyecto, con la intención de complementar de forma gráfica y en vídeo, los versos y la fiesta en los matrimonios de Quiechapa, con el propósito de promover, fomentar, difundir y conservar la riqueza intelectual.