Sus giros argumentales, su predilección por las protagonistas rubias y su maníaca obsesión por atormentarlas, son quizás muestra de esa indomable mente creativa, de esa personalidad que proyectaba todos sus sentido y emociones a través del cine, su cine, el cual era el pretexto perfecto para divertirse, para dar rienda suelta a sus miedos o incluso, para tocar temas profundos como el psicoanálisis.

De filmar películas para la audiencia Inglesa, acostumbrada más a las obras teatrales, Hitchcock pasó al mercado Norteamericano. Su llegada a Hollywood lo catapultó y su fama se volvió mundial, en la época donde el cine de oro, plagado de musicales, de dramas novelescos y del cine épico, pasaba por una crisis que definía su inevitable destino. Ejemplo de ello son "Vertigo", considerada para muchos especialistas una de las mejores películas de la historia; "The Birds", trama que nos muestra uno de los giros más inesperados en la historia del cine y finalmente, su más afamada y conocida película, posible precursora del género Slasher que se popularizó en los años 70´s: "Psycho".

No cabe duda que Hitchcock, es un verdadero valuarte cinematográfico, cuyo legado perdura aún en nuestros días, en cada uno de sus filmes, los cuales marcaron a muchas generaciones de cineastas y sobre todo, a esa audiencia que vio en él a un ente diferente, capaz de llevar a la pantalla situaciones inimaginables, pero a fin de cuentas, posibles en este mundo.