La creatividad y la destreza de los artesanos oaxaqueños aún no se aprovecha al 100 por ciento, a pesar de que año con año, los hombres y mujeres que se dedican a darle forma al barro, la madera, la lámina y los hilados, entre otros productos, son premiados fuera de Oaxaca.
Una y otra vez las autoridades del sector se han olvidado de impulsar a la entidad y sus principales ciudades, empezando por la capital, como uno de los principales centros de comercialización de artesanías del país.
Se estima que son más de 400 mil los oaxaqueños que se dedican a esta actividad, sin embargo, ni siquiera un 10 por ciento tiene garantizado el sustento. Por ello, son cada vez más los que emigran a Estados Unidos, con las consecuencias que ello puede implicar en la producción de las artesanías.
Más allá de las buenas intenciones de las autoridades encargadas del turismo, es necesario que el sector cuente con todo el respaldo del Estado en materia de promoción turística.
La entidad ya cuenta con una Ley de Fomento a las Actividades Artesanales del Estado, sin embargo su marco de acción es nugatorio mientras no tenga vigencia plena.
Los beneficios para el sector no deben reducirse a los maestros artesanos que trabajan para coleccionistas y museos. También hay artesanos que no cotizan sus obras en dólares.
Este sector, sin más voz que la de los intermediarios que venden sus creaciones con ganancias hasta del mil por ciento, debe ser beneficiario de los esquemas de apoyo ofrecidos desde la legislación aprobada por los diputados locales.
Las autoridades de turismo y de la institución encargada del sector artesanal tienen que cumplir con su responsabilidad, pues hasta ahora ni siquiera han alzado la voz para pronunciarse en contra de esquemas recaudatorios que vulneran, no solamente sus derechos humanos, sino también sus garantías fundamentales como ciudadanos.
Afortunadamente, voces de organizaciones no gubernamentales, como Pro-Oax, están atrás de un gran proyecto para que a los artesanos se les excluya del sector que paga impuestos por obtener enormes ganancias y de una vez por todas se les ofrezca un esquema claro de apoyo en el pago de contribuyentes.