Como bomba cayó a los diputados locales y federales, sobre todo a los de Oaxaca, la propuesta del INE de que los diputados que busquen su reelección en los comicios del próximo año, deberán separarse del cargo por lo menos 90 días antes de la jornada de los comicios, es decir, a más tardar el 7 de marzo de 2021. Así lo señala el proyecto de lineamientos en la materia del Instituto Nacional Electoral (INE). Falta que sea verdad.

Dado que el Congreso no emitió las normas para concretar la manera de realizar tal reelección, el órgano electoral explica que ha tenido que construir estos criterios, los cuales aún deben ser analizados en comisiones del Consejo General del INE.

Ante tal anuncio hay dos reacciones de los “levantadedos” locales:

Primero, la de los suplentes que ya especulan que, al menos, podrán cobrar tres meses de dietas y posiblemente, si sus propietarios llegaran a ganar, ya se quedarían los siete meses para terminar el periodo legislativo.

Segundo, el de los propietarios que, gandallas como son, no solo quieren ir en busca de su reelección sin dejar la curul, desean llevarse todo.

Entre sus ansias especulativas se están organizando para exigir al Ejecutivo del estado que les aumente sustancialmente su presupuesto que pasa de los mil millones de pesos, aunque oficialmente dicen que son aproximadamente quinientos mdp.

En mi entrega del pasado 10 de septiembre dije que fuentes fidedignas indican a esta columna que, aunque oficialmente reciben aproximadamente 650 millones de pesos, el año pasado les dieron otra cantidad similar para compensar sus gastos tan dispendiosos y poder cerrar 2019.

A eso se debe que el grupo antagónico de Salomón Jara insista en la auditoría de la ASF. Dicen que la grotesca intromisión del senador en el manejo del presupuesto camaral, primero con Laura Estrada y luego con Horacio Sosa, ha provocado la quiebra financiera y, como consecuencia, exigieron la auditoría. Viene ahora el resultado y, en noviembre a más tardar, según les ha comunicado la ASF, se sabrá el monto de los desvíos del presupuesto. El faltante significará -dicen- la última estocada para apaciguar el futurismo político del senador mencionado.

FORCEJEOS

Esto explica el hecho de que, en plena crisis económica por la Pandemia que abate el país, los diputados de la 64 legislatura local pretendan más presupuesto cuando los gobiernos federal y estatal anuncian severas medidas de austeridad para el próximo año. No tienen llenadera.

Aunque, como ya les dije, terminan duplicándose el presupuesto lo que siempre logran en negociaciones políticas coyunturales, en este momento pretenden autorizarse, de entrada, un presupuesto por 524 millones. Esto representa el 0.70 por ciento del total del Presupuesto de Egresos 2021 y un incremento de 0.50 por ciento en comparación con este año. Si esto fuera así no habría nada que criticar. Lo raro es que siempre terminan recibiendo el doble.

Otra extravagancia de estos diputados es que quieren reelegirse, pero sin dejar de percibir sus dietas ¿y los suplentes? Quieren hacer lo mismo que pretenden los diputados federales que se encaminan a la reelección en 2021 sin ninguna regla y con una bolsa discrecional garantizada por 400 millones de pesos que otorga la Cámara de Diputados.

Revelan que, por medio del rubro de subvenciones, que es la partida más opaca del Poder Legislativo federal, y que es administrada por los coordinadores parlamentarios, cada mes las bancadas reciben 49.3 millones de pesos y, de ese total, Morena obtiene 21.4 millones de pesos.

PÉSIMOS RESULTADOS

Así como los locales se identifican como los más onerosos e improductivos, los diputados federales por Oaxaca también entregan pésimas cuentas ante sus representados que dudo vuelvan a votar por ellos. Cabildearon el peor presupuesto para Oaxaca.

Su pésimo desempeño fue evidente en las pasadas negociaciones.

Ofrecieron que gestionarían más de 100 mil millones de pesos para Oaxaca. Los diputados federales echaban las campanas al vuelo, presumían: “vamos a luchar por un presupuesto histórico”. Sin embargo, tal parece que ahora se han convertido en sicarios o verdugos de los propios oaxaqueños.

No incrementaron el presupuesto ¡Lo redujeron! Los flamantes levantadedos del Morena que hacen mayoría abrumadora gracias al voto de los oaxaqueños, aceptaron sin pelear una reducción de ¡26 mil 763 millones de pesos! lo que implica un duro revés a la economía de Oaxaca y ahondará la crisis económica para el próximo año. A ver quien vuelve a votar por ellos.