Sit tibi terra levis (Que la tierra te sea leve)
Plinio El Viejo, Historia natural, Libro II, 154, p. 125

1).- PRI: Una entelequia

De aquel viejo PRI que algún día pintó a Oaxaca de tres colores, ni sus luces. Hoy es una entelequia, un instituto político testimonial, una caricatura. Como si estuviera en bonanza y no in artículo mortis, los que le aplican los Santos Óleos consagrados en la misa crismal, es decir, los dirigentes, Javier Casique y Liz Concha, siguen con la simulación, el sectarismo y sus asambleas ficticias.

La segregación y los cacicazgos fueron una vez más el quid de su aplastante derrota en el pasado proceso. ¡Ah!, pero las dirigencias, desde Alejandro Moreno, a) Alito, para abajo, sí se enchufaron. La idea, empero, es pulverizar lo que queda del fiambre tricolor. La traición, la defección y la tránsfuga, han contribuido a esta situación triste y execrable.

Hoy mismo, en Oaxaca, los están dejando en la calle. Los membretes CNOP y CNC ya no tienen ni en dónde caerse muertos.

“Y es que en tiempos de derrotas y conflictos es el peor el que más puede: la paz, la unidad y la concordia, precisan de honradez”, decía Cornelio Tácito (Historias, Cátedra, Madrid, 2006, Libro IV, 1, p. 235). Se creyó, ingenuamente, que la ex candidata por la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez, habría de sacar del sarcófago y aglutinar a esos viejos priistas marginados y amargados que están en las regiones.

No fue así. La línea que ha seguido el dirigente estatal, Casique Zárate, es alimentar el desencanto, la división y el rechazo a esos viejos cartabones verticales del pasado. Lo peor que le pudo pasar al priismo oaxaqueño fue haber entregado a un extraño sus escuálidas filas. De aquellas multitudes delirantes en sus asambleas, dan pena ajena sus juntas de vecinos o cónclaves de socios.

2).- Una historia truculenta

Los resultados de la pasada contienda son penosos. En Oaxaca el PRI fue avasallado. Quedó como una fuerza política marginal, detrás de aquellos partidos que fueron morralla: PT y PVEM que, como ya dijimos, sobreviven a la sombra de Morena. Urge tirar el lastre pernicioso de Alito y cómplices.

El antes hegemónico partido ya no se recupera ni con desfribilador. Se ha ido pudriendo por dentro. El papel de los dirigentes ha sido vergonzoso. Se han dedicado a hacerle el juego a Morena, a cuyas filas se han descolgado muchos traidores. Además, la política en el país es un oficio en decadencia; una práctica repugnante, nauseabunda y rapaz. Ya no hay principios, códigos de ética partidista, pudor, menos la sana intención de devolverle a la ciudadanía respeto, pues ya no existe el menor atisbo de dignidad.

Los tiempos de bandas, bombos y platillos se fueron desde hace mucho. Pero hay quienes insisten en seguir manipulando ese cadáver insepulto y engullirse las prerrogativas. En el pasado proceso, con sus candidatos (as), le apostaron a perder, no obstante los esfuezos loables de algunos (as). Nadie triunfó ni en las 10 diputaciones federales ni en las 25 locales.

Pero sus manejadores no han entendido la lección y se alistan a pervivir como rescoldos de un tiempo ya perdido. Una cita de Tucídides lo ilustra mejor: “y he ahí la desesperanza, cuando consideraban de qué situación de esplendor y arrogancia habían partido y a qué final de abatimiento y derrotismo habían llegado” (La Guerra del Peloponeso, Tomo III, Gredos, Barcelona, 2022, Libro VII, 75.6, p. 182).

3).- “Estas ruinas que ves”

Desde 2016, al arribo de Alejandro Murat al gobierno estatal, inició la descomposición y debacle final del PRI oaxaqueño. Hay que ver hoy mismo a sus sepultureros en otros partidos: Murat en Morena; Alejandro Avilés en el PVEM. La dupla Casique Zárate/Concha Ojeda sólo administra los despojos.

Encerrados en un ostracismo pernicioso, siguen cerrando la puerta y los oídos a voces que insisten en salvar a su partido o refundarlo, ciertos de que aquí ya no hay vuelta atrás: porque el otrora invencible, al menos en Oaxaca, camina al inframundo.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

--- Muy merecido el homenaje al recién desaparecido abogado, político y escritor salinacrucence, Héctor Anuar Mafud, en el pleno del Tribunal Superior de Justicia, órgano del que fue presidente de 2005 a 2010. En el evento, celebrado hace días, emotivas fueron las palabras y semblanza que hizo de Mafud, la magistrada María Eugenia Villanueva Abrajam.

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